domingo, 1 de diciembre de 2013

Cristiada y Los Últimos Cristeros: entre el heroísmo y la soledad.




Cristiada[1] y Los Últimos Cristeros:[2] entre el heroísmo y la soledad.

El error más grande y más común al ver una película histórica es creer que lo expuesto en pantalla es real y que debemos sólo situarlo en la ubicación y temporalidad del relato. Si bien partimos de un hecho histórico, las diferentes historias y anécdotas surgidas de éste, no reproducen fielmente una verdad histórica. Falta de  conocimiento e interés en la historia mexicana también contribuye a la creación de mitos y conformarnos con una historia idealizada del celuloide.
Más aún cuando el tema elegido por estas dos películas, es un tanto desconocido. Ambas películas toman el tema de la cristiada o los cristeros, un conflicto entre Iglesia-Estado, que no tardo en involucrar a las masas más desfavorecidas. La iglesia había sido una amenaza para el gobierno surgido de la revolución, pues obstaculizaba la centralización. El estado se dedicó a regularizar el número de iglesias y sacerdotes, quitarle  presencia jurídica, así como prohibirle al clero el derecho a votar, comentarios públicos, y de intromisión en la educación. Dicha situación causó la polarización entre iglesia y el estado, causando, en 1926, el cierre de las actividades religiosas. Se comenzó entonces una serie de levantamientos dispersos y espontáneos en todo el país que daría fin oficialmente en 1929, sin embargo, los últimos cristeros los podemos ubicar a finales de los años treinta. La prolongación del conflicto tiene que ver con intereses diversos, pero los realmente afectados fueron las masas creyentes. Ni el estado, ni la iglesia dimensionaron el conflicto.
Cristiada o For Greater Glory (2012) del director Dean Wright narra los acontecimientos ocurridos de 1926 a la muerte del General Enrique Gorostieta, quien ha sido contratado por “la Liga” para comandar a los cristeros.
Siendo una película mexicana,[3] es rodada en inglés; es  ambiciosa y  trata de colarse entre el público de esta habla. Pretende ser didáctica, sin embargo, al tener una temporalidad amplia no deja de ser un filme que cuenta _más no instruye_, las hazañas de Gorostieta y la fe de los cristeros como el caso de José Sánchez del Río; construye héroes  más no personas.
Curiosamente el estreno de la película Cristiada coincide con la visita del Papa Benedicto XVI a México en abril del 2012 y de las futuras elecciones presidenciales, y que de alguna manera contribuye a la exaltación de la fe y la configuración esperada del dictador Plutarco Elías Calles,  que como sabemos fue creador del partido oficial que gobernó al país por más setenta años.
La fotografía y la ambientación son buenas, dado el presupuesto de 110 millones de pesos,[4] la caracterización esforzada, pero  poco se logra cuando el contenido y el alcance ya están moldeados. Por otra parte deja el tema de “la Liga” siendo la responsable de las negociaciones, administración de recursos y que en cierto punto generó desconfianza entre los cristeros, la muerte de Gorostieta, de las  luchas internas por el control del movimiento, relaciones con Estados Unidos y por último de los convenios para la paz.
Del otro lado del lente encontramos, Los Últimos Cristeros (2011) del director Matías Meyer, quien es hijo del historiador especialista en el tema Jean Meyer. Matías presenta una visualización, temporalidad y personajes diferentes.
La película está basada en la novela Rescoldo[5] de Antonio Estrada, obra histórica y biográfica donde el autor narra las vivencias de su papá el Coronel Florencio Estrada, quien con su familia y seguidores formaban parte de la resistencia al final del conflicto.
Matías Meyer estuvo consiente que era un tema amplio, sus limitaciones y que debía rescatar la esencia del movimiento cristero.  Tuvo a su favor la asesoría de su padre, el experto.
El filme es sencillo: poca producción, actuaciones amateur, breves diálogos, etcétera, sin sacrificar la sustancialidad del movimiento. Al contrario que en Cristiada no encontramos las grandes batallas y rostros conocidos del cine, no expone el sacrificio, sino la lealtad a sus ideales. Muestra a los cristeros de carne y hueso, decepcionados por la iglesia más no por su fe, situaciones de la vida cotidiana, las canciones, los rezos, la soledad que han decidido vivir, con poco parque, perseguidos, la realidad de un movimiento desarticulado y traicionado.
Escenas de cámara fija y paisajes entre cerros se aplauden del filme: una clara idea del movimiento en guerrilla, no en las grandes ciudades o campos abiertos. Por otra parte, si bien logra rescatar todos estos símbolos e imágenes que nos hacen familiarizar con los cristeros, tiene muy pocos diálogos, lo cual provoca que si no estás familiarizado te resulte aburrida o sin sentido. No nos cuenta, más sí recrea la atmosfera para darnos una idea de la supervivencia de los últimos cristeros.
Ambas películas, diferentes entre sí, encontraran su público: Cristiada para los que creen que un hecho histórico dura tan sólo dos horas y lo protagonizan tiene héroes y villanos; Los Últimos Cristeros, para aquellos que creen que aún nos falta revisar particularidades de la historia de México.[6]

Gilberto Lima Pérez.

Ilustración 1CristiadaDean Wright, 2012. Fuente: http://www.cristiadapelicula.com

Ilustración 2. Los últimos cristeros. Matías Meyer, 2011. Fuente: http://www.losultimoscristeros.com


Bibliografía:
“Cristiada la más cara de México” en Record, 18 de abril, 2012.

Antonio Estrada, Rescoldo, ediciones encuentro, 2010.

Jean Meyer, El conflicto entre la iglesia y el Estado, Siglo XXI, 2005.

Películas:
Dean Wright, Cristiada, 2012.
Matías Meyer, Los Últimos Cristeros, 2011.
Sitios Web:
http://www.cristiadapelicula.com
http://www.losultimoscristeros.com
http://www.religionenlibertad.com





[1] Dean Wright, Cristiada, 2012.
[2] Matías Meyer, Los Últimos Cristeros, 2011.
[3] Pablo José Barroso es productor de Cristiada, y ha participado en otras películas como Karol, Casia, Guadalupe y La leyenda del tesoro. Películas que toman como eje central la religiosidad y la fe.  http://www.religionenlibertad.com
[4] “Cristiada la más cara de México” en Record, 18 de abril, 2012.
[5] Antonio Estrada, Rescoldo, ediciones encuentro, 2010.
[6] Entre algunas de las recomendaciones dentro de la industria cinematográfica sobre el tema cristero, podemos mencionar La guerra santa, del director Enrique Taboada, (1977), donde la película hace una crítica hacia las posturas contradictorias de la Iglesia y deja entre ver una manipulación de las masas religiosas por parte de las elites religiosas; Sucedió en Jalisco, del director Raúl de Anda, (1947),  donde a mi criterio es la que más acerca al movimiento cristero, muchas veces dominado por caciques locales, Iglesia y estado rebasados por la fe de los cristeros,  familias divididas,  una religiosidad por parte del ejército federal (pues aunque luchaban contra los cristeros, no luchaban en contra de su religión y por eso muchas veces desertaban), particularidades como causa del movimiento, carestía y tipos de cristeros.