lunes, 7 de enero de 2013

Habla sin voz en el arte contemporáneo:
Teresa Margolles, un caso particular en el escenario artístico mexicano.


Mtro. Rodolfo Juárez Álvarez
UATx-UNAM

Habla sin voz de Alexis Nouss y Del acontecimiento desde la noche de Gad Soussana, textos que dan paso a las palabras de Jaques Derrida bajo el título Decir el acontecimiento ¿es posible? son en común, textos que se aventuran en la posibilidad de acercarse al pasado, y siendo esto posible, cómo hacerlo a través del cúmulo de “vestigios que muchas veces nos hablan en silencio a nosotros los historiadores.[1]  Mi atención se centra en el primer título, el habla sin voz, en esa categoría que trae a discusión y problematiza las voces escondidas en algunas manifestaciones artísticas.
En principio, el título sugiere el cuestionamiento acerca de la existencia de un habla sin voz, generando al mismo tiempo la pregunta ¿quién o qué puede hablar (nos) sin voz? Omito la discusión del “cómo” desde el conocimiento filosófico, para atender el “qué” y el “quién”, dando por hecho que en el arte, así como en otras manifestaciones de la cultura material y no material de la sociedad, existen voces que deberían incorporarse a un discurso historiográfico. Me refiero así a las voces ocultas en el arte, todas aquellas que se han enraizado en el tiempo y se han convertido, y se convierten, en un testimonio histórico con sentido estético.[2]
El habla sin voz nos remite a los murales del México prehispánico, a las escenas en Cacaxtla que nos narran las batallas libradas por los Olmecas-Xicalancas en  tierras sureñas  del actual estado de Tlaxcala, o de las danzas y rituales Mayas en los frescos de Bonampak, Chiapas; estas imágenes son verdaderas crónicas de lo cotidiano, de la importancia de perpetuar el tiempo y la acción humana, de comunicar algo. Son imágenes que hablan silenciosas, voces que dialogan con el espectador que debería descubrir su significado. Es cuestión de calma, de identificar esas voces ocultas en el color, en las líneas, en las figuras humanas, en la danza corporal o una estancia sigilosa;  es cuestión de leer el espacio, la forma y los volúmenes, como dice Gombrich al sugerirnos que para acercarnos al arte se necesitan tres elementos básicos: el código, el texto y el contexto.[3] Es darle voz a la arquitectura, la escultura, la pintura, fotografía, incluso al mismo cine de los primeros tiempos. Es darle voz a quienes han hablado a través de su obra o quienes han quedado en silencio en la majestuosidad del arte y su edificación; es darle voz a lo efímero, a lo cotidiano, a lo que nos parece violento o placentero.
Ésta es quizá la premisa de una creadora mexicana[4] que ha irrumpido en la escena del arte: escuchar a las expresiones del pasado y a su vez, dar voz a lo inerte y silencioso transformándolo en objetos conceptuales. En un mundo esquizofrénico donde el sistema económico capitalista parece reinventarse constantemente,[5] la muerte y el dolor parecen naturales y por consecuencia cotidianos a los individuos. México no es la excepción ante la penumbra de lapsus constantes de control político y social. En este contexto se inserta la obra de Teresa Margolles (Sinaloa 1963), fundadora del colectivo SEMEFO, quien lanza la pregunta ¿cuánto es capaz de experimentar un cadáver?, explorando todas las posibilidades para responderse a sí misma y ajustarse a la categoría del Habla sin voz de Alexis Nouss.
Margolles no se limita a la única experimentación con cuerpos inertes sino a los fluidos extraídos y derivados de su tratamiento, con los cuales, ha logrado crear diversas atmósferas conceptuales dentro de espacios expositivos, como en su obra Herida ( 2007) en la galería de la Fundación/Colección Jumex, Ecatepec, Edo. De México. Para su realización, la creadora abrió una grieta en el piso para luego verter en ella flujos corporales de distintas morgues del país, con la finalidad de simular una lesión corporal que a su vez devendrá en una costra que habrá de sanar con el paso del tiempo. Herida es una propuesta que busca infringir vida a los fluidos corporales y sugiere la reconceptualización no sólo del arte si no de las voces de esos seres inertes que hablan a través de sus líquidos, trayéndonos a colación sus muertes violentas y la exaltación social producto de la contexto político de nuestro país; sobre la situación actual la creadora refiere: “…no me interesa ver quién es el malo de la historia, sino saber dónde estamos parados”.[6] ¿Serán las creaciones de Margolles una propuesta donde la obra rompe con la idea del arte tradicional (¿bello?) dando paso a un objeto conceptual alejado del tradicionalismo estético? Sin duda el realismo conceptual de la artista mexicana genera más de una opinión acerca de la esteticidad de su trabajo, sin embargo, no se puede perder de vista la intención de dar voz a esos cuerpos que se han quedado en el anonimato al no poder ser identificados en el SEMEFO (Servicio Médico Forense).
Los caídos en los enfrentamientos entre narcotraficantes o la guerra contra ellos han dado diversos materiales que la mexicana ha utilizado para su obra, por ejemplo, las narcomantas o cobijas con las que más de un cuerpo ha sido cubierto. De los líquidos obtenidos en el tratamiento de las víctimas, se han limpiado espacios expositivos (De qué más podríamos hablar, Pabellón de México, 53 Bienal de Venecia 2009, curaduría de Cuauhtémoc Medina), o se han logrado crear mecanismos de interacción con el público en museos, por ejemplo, en la pieza En el aire (2003), donde cientos de burbujas son puestas a flote en la sala de exposición; en este primer enfrentamiento con las burbujas, el público no cae en cuenta que éstas fueron hechas con los líquidos de los cuerpos recuperados.
Conceptualizar lo póstumo desde la perspectiva del Habla sin voz, es la invitación que Alexis Nouss nos sugiere,[7] desde esta poética del testimonio histórico y artístico.  La muerte ha causado seducción a los historiadores, no obstante su cotidianidad, sigue siendo un campo inexplorado desde el silencio de las obras artísticas que de pronto nos gritan. Y así como Teresa Margolles nos acerca a una voz que la muerte ha delimitado, los investigadores bien podríamos acercarnos a esas voces que “de pronto gritan”, como Xavier Villaurrutia nos ha dicho en su poema Nocturno eterno.


Herida ( 2007)

En el aire (2003)

Encobijados (MUAC 2009)[8]




[1] Jaques Derrida, “Introducción”, Decir el acontecimiento ¿es posible?, Madrid, Arena libros, 2001, p. 13.
[2] Es válida la discusión sobre el carácter estético del arte, no obstante me refiero al elemento estético en cuanto place o no al individuo.
[3] El código es ese elemento aprendido dentro de un entorno social-cultural y que nos ayuda a identificar que un hombre crucificado es Jesucristo o que un hombre con una parrilla en la mano es San Lorenzo; el texto es elemento que identifica al objeto observado, por ejemplo la inscripción INRI sobre el crucificado. Finalmente el contexto es el entorno dónde se desarrolló el código del objeto así como el texto que ayuda a su identificación. Léase E. H. Gombrich, “La Imagen Visual: su lugar en la comunicación” en Woodfield Richar, Gombrich Esencial, Madrid, Ddebate, 1977.
[4] El título de “artista” lo asignarán o no los espectadores de su obra.
[5] Gilles Deleuze plantea la regeneración capitalista a partir de la introducción de nuevos axiomas (modelos) que hacen que todo vuelva a funcionar. Gilles Deleuze, Derrames. Entre el Capitalismo y la esquizofrenia, Buenos Aires, Cactus. 2005, p 19.
[6] http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=481508
[7] Alexis Nouss, “Habla sin voz” en Decir el acontecimiento, ¿es posible?, Madrid, Arena libros, p. 72.
[8] Imágenes extraídas de   http://culturacolectiva.com/teresa-margolles-el-arte-y-la-muerte/

3 comentarios:

  1. Sin duda un tema polémico el del narco y sobre todo el de las muertes derivadas de los enfrentamientos, me parece que Teresa Margolles expone muy bien la situación que actualmente se vive en el país. Aunque coincido en tener dudas si esto es arte o no, lo cierto es que este tipo de exposiciones dan una idea de la cruda realidad que vivieron muchos de los infortunados que han muerto en la guerra que mantienen los carteles de la droga en México.
    Excelente trabajo maestro Rodolfo
    saludos.

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  2. Querido maestro se de ante mano que muchos historiadores ya habran escuchado sobre Teresa Margolles es por eso que quiero aprovechar la ocasión para agradecerle el compartir con el público en general que desconociamos sobre este arte, ya que en lo personal si es arte, ya que solo a traves del arte se pueden transmitir ideas y emociones, no presisamente el arte debe ser bello, para ser arte. Felicidades por su nota tan interesante.

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  3. Antes que nada me permito felicitarte amigo Rodolfo, no había tenido la oportunidad de leer tus notas y a la vez reitero mi mas grande admiración a tu persona por los éxitos obtenidos. Cada palabra plasmada como bien lo describes es una voz, esa voz que narra, que expresa libremente nuestra historia, historia prehispánica hasta contemporánea, historia que sin mas ni menos urge ser valorada desde aquellas etapas gloriosas hasta aquellas que tristemente dejan huella en cada pagina de nuestro archivo histórico, nos recuerdas que todo en este planeta tiene vida y por tal razón tiene un ¿por que? y ese porque da pie a una expresión, expresión que para ser conocida necesita solo estar en un momento y así pueda tener la oportunidad de trascender ante esta sociedad que fluye llena de ideas, que buenas y malas dan en su forma algo llamado ARTE..

    Seguiré cultivandome de tus escritos, en hora buena!!!!!!!!!

    Yuleimi

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